Quienes Somos

Nuestra visión se basa en las palabras de Jesús quien dijo: “Ir y hacer discípulos.”

Mateo 28:18-20 dice:

"Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos."

¿Cómo llevamos a cabo esta visión? Lo hacemos ayudando a cada persona a conocer a Dios, encontrar libertad, crecer en comunidad y vivir en misión.

NUESTROS VALORES

CARÁCTER DE CRISTO. Queremos vivir como Jesús en todo lo que hacemos y decimos.

ADORACIÓN APASIONADA. Queremos que nuestra expresión de adoración esté llena de pasión y entusiasmo con todo nuestro corazón, alma y fuerza.

AUTENTICIDAD. Queremos ser las mismas personas tanto el lunes como el domingo.

RELACIONES. Creemos que las relaciones sanas hacen una iglesia fuerte y sana.

SERVIR AL NECESITADO. Queremos servir y suplir las necesidades de quienes nos rodean en nuestra comunidad y en todo el mundo.

DISTINTIVOS CLAVES

DIVERSIDAD RACIAL. Celebramos nuestra diversidad y nos esforzamos por ser una comunidad acogedora e inclusiva para personas de todas las razas y orígenes.

UN CORAZÓN PARA LAS NACIONES. Creemos que el plan de salvación de Dios incluye a personas de todas las naciones, y queremos ser parte de cumplir ese plan.

MUJERES EN EL MINISTERIO. Creemos que Dios valora y afirma a las mujeres, y buscamos reflejar ese valor en nuestra cultura de iglesia.

LLENA DEL ESPÍRITU Y EQUILIBRADA BÍBLICAMENTE. Creemos que el Espíritu Santo y la Palabra de Dios trabajan juntos para guiar y formar nuestras vidas, y buscamos honrar a ambos en nuestra comunidad de iglesia.

LO QUE CREEMOS

Creemos en Dios manifestado en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Creemos en el nacimiento virginal de nuestro Señor Jesucristo por la gracia del Espíritu Santo.
Creemos en la inspiración absoluta de las Escrituras.
Creemos en la naturaleza dual de nuestro Señor Jesucristo como el verdadero Hijo de Dios y el verdadero Hijo del Hombre sin pecado.
Creemos en el sacrificio y la muerte expiatoria de nuestro Señor Jesús.
Creemos en la resurrección de Jesús, en su ascensión al cielo y su regreso a la tierra como Rey y Señor.
Creemos que somos justificados por la gracia a través de la obra de la Cruz.
Creemos que todo creyente debe ser bautizado en agua como lo manda el Señor. Este bautismo debe ser sepultado con Cristo cumpliendo así la circuncisión del corazón.
Creemos en el bautismo del Espíritu Santo, y este es un don de poder disponible para cada creyente posterior a la conversión.
Creemos que la Iglesia es la institución más alta de Dios en la tierra y que su misión es llevar el Evangelio del Reino a todas las naciones.
Creemos en la unidad espiritual de todos los creyentes redimidos por la sangre de Jesucristo.
Creemos que Dios diseñó intencionalmente al hombre y la mujer a Su imagen.
Creemos que Dios creó el matrimonio para ser entre un hombre y una mujer, como una institución sagrada que refleja a Cristo y la Iglesia.
Creemos en la necesidad de mantener en el Evangelio de Jesucristo, la pureza de la Iglesia en su doctrina, vida y conducta.
Creemos en la Segunda Venida de nuestro Señor, en Su absoluta soberanía sobre la tierra, la resurrección de los salvos a la vida eterna, los perdidos a la condenación eterna y la victoria final del Reino Eterno de Dios.

GOBIERNO DE LA IGLESIA

Nuestra iglesia está gobernada por una junta corporativa, que provee liderazgo y supervisión para la iglesia. Creemos que esta estructura permite la responsabilidad, transparencia y una toma de decisiones sabia. La junta está compuesta de miembros dedicados y calificados de nuestra iglesia local y pastores principales de iglesias y ministerios sanos y confiables, quienes están comprometidos en servir a la iglesia y tomar decisiones que estén en línea con nuestra misión y valores. Creemos que esta forma de gobierno permite una mayordomía efectiva de los recursos y responsabilidades confiados a nosotros por Dios. Como resultado, nos esforzamos por operar de una manera espiritual y financieramente responsable, y creemos que nuestra junta corporativa juega un papel crítico en asegurar que cumplamos con este compromiso.